Sabemos que un porcentaje de pérdida de agua durante el ejercicio es fisiológica y que, dentro de ciertos límites, no tiene por qué darnos problemas. Pero re-hidratar después del ejercicio es un must y, además, sienta la mar de bien en un día de calor.
La rehidratación es una excusa perfecta para hacerte unos batidos de recuperación que te aporten los hidratos de carbono y las proteínas que precisas, según tu enfoque nutricional. Aquí tienes varios ejemplos riquísimos.
Pero aprovecho para compartirte algunas fórmulas de rehidratación que a mi me saben a gloria y que quizá puedan serte útiles este verano.
Al respecto de si beber batidos de frutas es bueno o malo, te recomiendo el sentido común. Un buen batido o zumo después de un ejercicio extenuante en calor no va a hacerte ningún daño, al revés. Relax y disfruta. El problema es el hábito y el sedentarismo, como siempre.
Importante: tómalos lo más fríos posible y corrígelos con agua hasta que tengan la textura que deseas.
Combinaciones ganadoras:
- Melón y Menta (Este me lo enseñó Samuel Allué, el cocinero de la SD Huesca)
- Sandía y Fresa/ Sandía y Frambuesa
- Leche (la que quieras), compota de manzana y canela
- Limón con jengibre y puntita de miel
- Queso batido, piña y agua de coco (también queda bien con mango)
- Tomate, pepino y sal
- Zumo de naranja y plátano con cúrcuma
¡Disfruta!